Desde hace algunos meses del 2016, que estaba la idea de ir a conocer el camino al emblemático cerro Aconcagua. Para ello un socio debió hacer las consultas en Mendoza y luego ir al Parque Aconcagua a realizar las primeras averiguaciones de esta salida en curso. Así se definió hacer la primera parte de este camino y llegar hasta el campamento Confluencia, ubicado a 3.400 msnm.
Se programó la salida desde Santiago a las 06.30 horas. Conformada finalmente por 17 participantes entre socios e invitados especiales y así luego de 2:40 hrs se llegó al paso Los Libertadores, prosiguiendo la marcha por un costado de este para llegar unos kilómetros más adelante y antes de la Aduana Argentina al ingreso al Parque Aconcagua. Cada uno debió cancelar el ingreso y llenar una ficha tipo, identificándose en forma personal. Se nos dieron algunas recomendaciones por parte del guardaparques del lugar y guía a cargo de esta salida de media montaña, y se emprendió la marcha hacia el campamento Confluencia.

El camino en su primera parte se internaba por un valle y a un costado un rio que descendía fuerte y con agua turbia, teniendo siempre, como telón de fondo el imponente macizo Aconcagua, que con su majestuosidad se dibujaba en el horizonte no lejano. Transcurrido una hora de marcha, se cruzó una parte del rio por un puente colgante, bien instalado y seguro, para desde ese lugar comenzar una ruta más sinuosa y pedregosa en continuo ascenso en altura. Luego de dos y media horas más, divisamos una planicie y muchas carpas de colores. Llegamos y se trataba del campamento que ofrecía diversos servicios en domos ya instalados, desde agua, bebida y comida , hasta alojar en literas. Nos registramos con el guardaparques y nos instalamos al lado de una vertiente y allí descansamos e hicimos nuestro almuerzo, compartiendo en grata camaradería de montañistas, acompañados de un grato día y un gran cielo azul rodeados de montañas.

Luego de una hora y media, iniciamos la marcha, dejando atrás este grato oasis, comenzando el descenso en forma gradual y sin apuros. Ya transcurridos unos 50 minutos comenzó un suave viento de montaña que nos entregaba un gran refresco a la caminata y calor que llevábamos con nosotros. Faltando una hora a destino para terminar el trekking, el viento aumento considerablemente, debiendo asegurar nuestros gorros y pertenencias, pero sin peligro.

Nos salió al encuentro un guardaparque que nos advirtió del cuidado con mulares que venían bajando desde el otro campamento, pudiendo divisar como muchos de estos animales, pasaban por nuestro camino con su carga, ansiosos por llegar hasta el final del recorrido que juntos estábamos haciendo.

Arribamos todos bien y dimos las novedades al guardaparques de turno.

Luego de descansar y ordenar nuestras pertenencias, subimos a los vehículos e hicimos una parada en Las Cuevas, ingresando a un restaurant, pudiendo compartir alimentos allí preparados .

Ingresamos a la aduana chilena, señalando nuestro recorrido y entregando nuestros datos, lo cual no revistió mayores problemas y comenzamos el regreso a nuestros hogares, felices de haber logrado esta salida masiva a este interesante destino.

 

Daniel Ruiz

 

 

 

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